La iniciativa presentada mediante expediente D-15860/25 busca recuperar el nivel originario de la tasa, creada originalmente solo para una decena de “grandes contribuyentes”, pero que con la abrupta depreciación de la moneda hizo que medianos comercios se vea afectados por la Tasa, que desde Juntos apuntan a que no es tal.
”Es una tasa que no es tasa, no tiene contraprestación equivalente, se calcula sobre el más regresivos de los tributos, e incluso por hechos imponibles que no son del giro comercial, tiene un sistema de multas que vulnera las más elementales garantías tributarias a los contribuyentes y además impide que desde la oposición podamos controlar su aplicación”, señaló el autor del proyecto, el edil radical Amadeo Montenegro.
La critica del bloque Juntos apunta a que calcular una tasa por ingresos brutos no tiene la correlativa prestación por la actividad comercial misma, no contempla el servicio que el Municipio debe brindar como contraprestación. Y para muestra basta un botón: el solo hecho de una venta inmobiliaria impacta en los ingresos brutos, pero nada tiene que ver con el hecho comercial que debería ser objeto de la tasa.
Desde Juntos vienen apuntando además al control del Municipio, que comienza a inmiscuirse en derechos del comerciante amparados por legislación delegada (Código Civil y Comercial) que protege la contabilidad.
Creando la ficción de una presentación “voluntaria”, el Municipio busca compeler a los contribuyentes, y hasta el sistema de multas tiene vulnerabilidades. La tasa originalmente fue concebida como de ejercido vencido anual, para lo cual se generó una multa muy criticada. Ahora el Municipio busca aplicar la misma multa anual para periodos más cortos.
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